La comparación de AOC sobre el salario mínimo federal de 15 dólares en Dinamarca y los EE.UU., clarificada

La comparación entre Estados Unidos y Dinamarca de la congresista es engañosa en múltiples aspectos.

La diputada Alexandria Ocasio-Cortez recurrió a Twitter para pedir una vez más un aumento al salario mínimo federal. Ella argumentó que 15 dólares la hora, en todo caso, es un "compromiso profundo", especialmente a la luz del hecho de que, "los trabajadores del McDonalds en Dinamarca cobran 22 dólares por hora + 6 semanas de vacaciones pagadas”.

Este argumento no tiene ningún sustento. Esta es la consideración clave: Un fuerte aumento del salario mínimo casi siempre causará desempleo, pero causará más desempleo cuanto más alto sea en relación con los salarios del mercado.

Por lo tanto, la comparación Estados Unidos-Dinamarca de Ocasio-Cortez es engañosa en múltiples aspectos.

En primer lugar, Dinamarca no tiene un salario mínimo nacional.

En su lugar, específicas industrias tienen diferentes normas salariales establecidas a través de la negociación colectiva con los sindicatos. En promedio, los trabajadores daneses de comida rápida ganan más que sus homólogos estadounidenses, aproximadamente $27 dólares frente a $11. Pero Dinamarca es un mal ejemplo para impulsar un aumento generalizado del salario mínimo nacional, porque no lo tiene.

En los países de la Unión Europea que sí tienen un salario mínimo nacional, el salario es inferior a los 15 dólares por hora. Por ejemplo, los salarios mínimos de Francia y Alemania son de 11.46 y 12.42 dólares por hora, respectivamente.

Además, Estados Unidos es mucho más grande y más diverso económicamente que cualquier país europeo. El salario mínimo federal de 15 dólares propuesto por Ocasio-Cortez sería mucho más comparable a un salario mínimo para toda la UE, que no existe, y por una buena razón.

El salario mínimo mensual de Francia es de 1554 euros, mientras que el de Polonia es de 614 euros. Si el salario mínimo de Francia (o superior) se impusiera a Polonia por mandato de la UE, provocaría mucho más desempleo en Polonia (donde los salarios promedios son más bajos) que en Francia.

En EE.UU. existen diferencias regionales similares que no deben ser ignoradas.

Si el trabajador promedio de comida rápida en Nueva York pasara de los 12.68 dólares por hora a los 15 dólares por hora, se produciría algo de desempleo. Pero causaría muchos más estragos en Mississippi, donde el trabajador promedio de la comida rápida sólo gana 8.81 dólares por hora.

Un salario mínimo de casi el doble de la media dejaría a mucha más gente sin trabajo.

Asimismo, debido a las diferencias en el costo de la vida, 15 dólares es un salario mediocre en las zonas ricas y bueno en las más pobres. En un ejemplo extremo, 15 dólares en DC equivalen a un salario mínimo de 68 dólares en Puerto Rico. También es más fácil aumentar el precio de las hamburguesas para cubrir el aumento salarial en Nueva York, donde un residente promedio gana 80.000 dólares al año, que en Misisipi, donde los ingresos promedios anuales son de 44.000 dólares y donde el salario promedio (no mínimo) es de 15 dólares la hora.

Se mire como se mire, las empresas de Nueva York pueden absorber los 15 dólares por hora mucho más fácilmente que las de Misisipi.

Por último, los aumentos grandes y rápidos de los salarios mínimos son especialmente perjudiciales para las personas poco cualificadas y los recién llegados al mercado laboral. Los países de la UE con salarios mínimos elevados lo reconocen, y muchos han instituido una "solución": un salario mínimo más bajo para los jóvenes. Por ejemplo, el salario mínimo de los jóvenes de 16 años en los Países Bajos es tres veces inferior al de los adultos. Así que el típico adolescente holandés que trabaja en verano podría estar volteando hamburguesas por 4 dólares la hora, no por 15.

¿Deben los políticos aplicar medidas que le permitan a la gente ganar más?

Por supuesto. Sin embargo, el salario mínimo de 15 dólares por hora no es ese tipo de medidas. En última instancia, aumentará el desempleo entre los grupos vulnerables y llevará a las empresas a la quiebra, especialmente en los estados más pobres y en las zonas económicamente desfavorecidas.