El "Adam Smith del Norte": Conozca al fundador del liberalismo clásico en Finlandia

Anders Chydenius defendió la libertad de prensa, el libre comercio y la igualdad de derechos ante la ley, independientemente de la raza, libertad de expresión y/o religión.

Febrero es el mes en el que nació Anders Chydenius (1729), así como el mes en el que murió (1803) a la edad de 73 años. Recomiendo que los países nórdicos de Finlandia, Suecia, Dinamarca, Noruega e Islandia celebren a partir de ahora febrero como el mes de Anders Chydenius. Sería una gran manera de honrar a un hombre que posiblemente fue el "liberal clásico" más notable de esa región del mundo.

El liberalismo clásico no debe confundirse con el liberalismo en el contexto político estadounidense actual, que es prácticamente su opuesto. La variedad clásica es históricamente el artículo genuino del que deriva el nombre: una perspectiva que defiende la libertad y el libre mercado. Apoya una sociedad civil que surge voluntaria y espontáneamente, no un artificio producto de los edictos políticos de algún planificador.

Los liberales clásicos apoyan la libertad. Los liberales estadounidenses en su mayoría no lo hacen; sus antepasados ideológicos se robaron el término para encubrir una agenda mayormente anti-libertad.

Intelectualmente, producto de la Ilustración, Chydenius fue un sacerdote luterano de Finlandia quien sirvió en la legislatura de Suecia. (Finlandia formó parte de Suecia hasta 1809, al igual que Noruega hasta 1905). También fue mucho más, lo suficiente como para ganarse el calificativo de "hombre del Renacimiento" en algunos sectores. Además de pastor, político y escritor, fue científico, inventor, músico, cirujano ocular, pionero en la vacunación y fundador de una respetada orquesta. Un artículo de 2010 en el Instituto Acton de Michigan señalaba,

Conocido como el Adam Smith del Norte, Anders Chydenius presentó su fórmula económica para el mercantilismo [Suecia-Finlandia] en (La ganancia nacional en 1765, sugiriendo un concepto de orden espontáneo once años antes que Adam Smith lo hiciera en *La riqueza de las naciones: "Cada individuo trata espontáneamente de encontrar el lugar y el oficio en el que puede aumentar mejor la ganancia nacional, si las leyes no se lo impiden". Para Chydenius, la libertad y la diligencia eran los cimientos de una nación económicamente próspera; la dirección del gobierno sólo engranaba los engranajes de un sistema natural de interacción humana.

Entre los economistas, la obra más conocida de este notable nórdico fue su panfleto de 1765, La ganancia nacional. Fue reproducido en su totalidad, junto con otras obras del autor más comentarios, en un volumen del 2016 titulado Anticipating Adam Smith: The Selected Works of Anders Chydenius, editado por Maren Jonasson y Pertti Hyttinen.

Como legislador adelantado a su época, Chydenius propuso en una ocasión convertir las ciudades del norte de Suecia en una especie de zona empresarial -en sus palabras, un "Estado libre" donde la propiedad privada y la libertad individual fueran la norma:

Los habitantes podrían elegir cualquier profesión, la libertad de comercio sería total, no habría privilegios, regulaciones ni impuestos. La burocracia sería inexistente y el único funcionario sería un juez que vigilaría que no se suprimieran los derechos de nadie.

Fiel a la forma como liberal clásico, Chydenius defendía la libertad de prensa, el libre comercio, la igualdad de derechos ante la ley, sin importar la raza o los ingresos, la abolición de los privilegios especiales del gobierno, la libertad de expresión y de religión, así como la transparencia en las entidades públicas. Esas ideas eran radicales en su época, populares un siglo después.

Lars Magnusson, en Anticipating Adam Smith, dice que en la cultura nórdica de la época de Chydenius se esperaba que los trabajadores "sirvieran a sus amos" porque eran una especie de subclase, una perspectiva que Chydenius atacó ferozmente. Su "actitud más humana", observa Magnusson, "era consecuencia de su interpretación muy coherente de la doctrina de los derechos naturales (así como de su fe)".

Tal vez si los países nórdicos hubieran recordado esta observación de Chydenius, habrían evitado el costoso Estado de bienestares que erigieron a mediados del siglo XX y que luego redujeron drásticamente:

Cuantas más oportunidades haya en una sociedad para que unas personas vivan del trabajo de otras y cuanto menos puedan esas otras disfrutar ellas mismas del fruto de su trabajo, más se mata la diligencia, las primeras se vuelven insolentes, las segundas desesperadas y ambas negligentes.

Las ideas, escribió célebremente el autor francés Víctor Hugo, "son más poderosas que todos los ejércitos del mundo". Cuando consideramos la explosión de la libertad humana en el siglo XIX (acompañada, no por casualidad, del mayor crecimiento económico sostenido de la historia), no debemos olvidar a los hombres y mujeres cuyas ideas ilustradas precedieron a esos avances.

Anders Chydenius fue claramente uno de ellos.

Ni Finlandia ni Suecia han olvidado a Chydenius, afortunadamente. Su imagen aparece en algunos billetes de banco y en por lo menos una moneda conmemorativa. Lugares en ambos países llevan su nombre. Eso está muy bien, dentro de lo que cabe. Pero, Finlandia y Suecia, seguro podrían hacerlo mejor.