The Guardian suele publicar artículos con una fuerte inclinación anticapitalista, desde pedir la nacionalización de los autobuses Greyhound hasta afirmar que el capitalismo está "matando el planeta". Así que fue una agradable sorpresa ver un titular del The Guardian en el que se destacaba uno de los muchos grandes beneficios del capitalismo, quizás sin querer.
El titular, sobre dos de las cuatro principales cadenas de supermercados de Gran Bretaña, dice: "Asda y Morrisons recortan precios mientras los supermercados se pelean por los clientes". Como señala el artículo, la posición de mercado de las cuatro grandes cadenas se ve cada vez más amenazada con la llegada de supermercados económicos como Aldi y Lidl. Esto ha llevado a Asda y Morrisons a anunciar una serie de recortes de precios en un intento por seguir siendo competitivos con alternativas más baratas.
Algunas publicaciones como The Independent han presentado estos recortes de precios como una medida altruista para "ayudar" a los clientes "en medio del aumento del costo de la vida".
"Sabemos que nuestros clientes están sometidos a una verdadera presión financiera en estos momentos y queremos desempeñar nuestro papel para ayudarles en lo que se refiere al costo de la compra de alimentos", dijo el director ejecutivo de Morrisons, David Potts.
Por supuesto, los recortes de precios benefician a los consumidores. Pero The Guardian reconoce que estos recortes de precios no están impulsados por el altruismo.
"Los supermercados británicos están tratando de preservar su cuota de mercado y los cuatro grandes -Tesco, Sainsbury's, Asda y Morrisons- están observando la creciente competencia de los supermercados de descuento alemanes Aldi y Lidl", señala el periódico.
Además, The Guardian indica que los supermercados han subido los salarios mientras "compiten por el personal en medio de un mercado laboral ajustado".
Qué bueno que The Guardian haya resaltado los beneficios de la competencia del libre mercado, tanto para los consumidores como para los trabajadores. Puede que pase mucho tiempo para que los periódicos convencionales como The Guardian reconozcan la raíz de tales beneficios: el hecho de que el capitalismo es un sistema profundamente moral que premia la creatividad, la eficiencia y la industria. Pero éste es sin duda un paso en la dirección correcta.