6 razones para ser optimistas en el 2020

Tenemos mucho que agradecer y muchas razones para estar eufóricos por el continuado progreso humano.

"Los años 2010 han sido la mejor década de la historia. La evidencia es abrumadora".

Esas son las palabras de Johan Norberg, investigador principal del Instituto Cato, escritas en un artículo de opinión para el Wall Street Journal.

Las palabras de Norberg parecen hiperbólicas a primera vista, pero puede que tenga razón. En muchos sentidos, el mundo está mejorando cada día, y a un ritmo explosivo. Esto es contrario a lo que dicen los medios, donde los expertos aseguran que  la democracia se está desmoronando, la catástrofe climática amenaza nuestra existencia y el capitalismo nos está fallando.

Sin embargo, la prueba está en el pudín, como dicen. Los datos muestran que la última década ha sido una historia de florecimiento y progreso humano. Aquí hay seis verdades  que delatan el progreso humano que nos dan razones para ser optimistas de cara al año 2020:

1.  La pobreza extrema está cayendo en picada

Las tasas de pobreza extrema -definidas como el hecho de vivir con menos de 1,90 dólares al día- se han reducido y continúan disminuyendo. De 1990 a 2015, la tasa de pobreza extrema mundial se redujo de 36% a 10%. En 2018, se redujo a 8,6%. Esto significa que más de 137.000 personas salen de la pobreza extrema por  día.

2. Más de la mitad del mundo es clase media

Esto puede que no le sorprenda al principio, pero considere que septiembre de 2018 fue la primera vez en la historia de la humanidad en que más del 50% de la población mundial fue considerada como clase media, lo que equivale a unos 3.800 millones de personas. Un enorme beneficio de esto es la demanda que la clase media impone a la economía mundial, lo que resulta en más oportunidades empresariales y un aumento del comercio.

Para poner esto en perspectiva, sólo 1.800 millones fueron considerados como clase media en 2009. Eso es sólo el 26% de la población mundial, lo que significa que proporcionalmente, el porcentaje de la población mundial total considerado como clase media creció un 92% de 2009 a 2018.

3. La expectativa  de vida a nivel global está aumentando

Como Norberg también afirma en su columna del WSJ,

La  expectativa  de vida a nivel mundial aumentó en más de tres años en los últimos 10 años, sobre todo gracias a la prevención de las muertes infantiles. Según la ONU, la tasa de mortalidad mundial de niños menores de 5 años se redujo del 5,6% en 2008 al 3,9% en 2018. Una perspectiva más larga muestra lo lejos que hemos llegado. Desde 1950, el Chad ha reducido la tasa de mortalidad infantil en un 56%, y es el país con peores resultados en el mundo. Corea del Sur la redujo en un 98%.

4. Las muertes relacionadas con el clima están disminuyendo

Norberg también aborda la pregunta: "¿No hemos logrado todo esto a costa de un medio ambiente saqueado?" "No", dice. "En cierto modo los países desarrollados comienzan a contaminar menos". Para demostrar lo que explica, él cita la tasa de disminución de las muertes relacionadas con el clima.

Las tasas de mortalidad por contaminación atmosférica disminuyeron en casi una quinta parte en todo el mundo y una cuarta parte en China entre 2007 y 2017, según la publicación digital  “Our World in Data”.

Las muertes anuales por desastres relacionados con el clima disminuyeron en un tercio entre 2000-09 y 2010-15, a 0,35 por cada 100.000 personas, según la Base de Datos Internacional de Desastres, una reducción del 95% desde la década de 1960. Esto no se debe a que haya menos desastres, sino a una mejor capacidad para enfrentarlos.

5. La vida está mejorando en los países más pobres del mundo

Los datos del Banco Mundial muestran un progreso contínuo en los países más pobres del mundo, especialmente en las dos últimas décadas. El acceso básico al agua potable ha aumentado, al igual que el acceso a la electricidad, el saneamiento y el combustible limpio para cocinar. Los datos también muestran una disminución de las tasas de pobreza y de mortalidad infantil.

6. El costo de iniciar un negocio se ha reducido en las economías en vías de desarrollo

Las reglamentaciones onerosas y gravosas pueden impedir que los individuos inicien su propio negocio, lo cual es una de las mejores maneras de aliviar la pobreza. No sólo es difícil para el empresario navegar el exceso de burocracia, sino que también termina costándole más. Afortunadamente, el costo de iniciar un negocio ha disminuido drásticamente, especialmente en las economías en vías de desarrollo. En las economías de ingresos bajos y medios, el costo promedio de iniciar un negocio fue de 141,76%  del ingreso per cápita en 2004. En 2019, ahora es sólo el 30,85%.