Aliviar la pobreza rápidamente
La velocidad con que se ha reducido la pobreza en los últimos 25 años ha sido históricamente sin precedentes. No sólo la proporción de personas en situación de pobreza está en un nivel récord, sino que, a pesar de que se han añadido 2.000 millones a la población del planeta, el número total de personas que viven en la pobreza extrema también ha disminuido.
Si le toma cinco minutos leer esto, otras 480 personas habrán escapado de las cadenas de la pobreza extrema para cuando usted termine.
Como escribe Johan Norberg en su libro Progress, "Si tuvieras que elegir una sociedad en la que vivir pero no supieras cuál sería tu posición social o económica, probablemente elegirías la sociedad con la proporción más baja (no los números más bajos) de pobres, porque este es el mejor juicio de la vida que lleva un ciudadano promedio". Pues bien, en 1820, el 94% de la población mundial vivía en la pobreza extrema (menos de 1.90 dólares diarios ajustados al poder adquisitivo). En 1990 esta cifra era del 34,8%, y en 2015, sólo del 9,6%.
En el último cuarto de siglo, más de 1.250 millones de personas escaparon de la pobreza extrema, lo que equivale a que más de 138.000 personas (es decir, 38.000 más que la multitud parisina que saludó al Padre Wresinski en 1987) sean sacadas de la pobreza cada día. Si le toma cinco minutos leer este artículo, otras 480 personas habrán escapado de las cadenas de la pobreza extrema para cuando usted termine. El progreso es impresionante. En 1820, sólo 60 millones de personas no vivían en la pobreza extrema. En 2015, 6.600 millones no lo hicieron.
Ahora consideremos a las personas que todavía están atrapadas en la pobreza extrema. El sitio web del académico de la Universidad de Oxford Max Roser, Our World in Data, utilizó las bases de datos del Banco Mundial para estimar que en 2013 había 746 millones de personas que vivían en la pobreza extrema. De estas personas, algo más de 380 millones residían en África, siendo Nigeria el país con el mayor número (86 millones). Mientras tanto, 327 millones de personas que vivían en la pobreza extrema vivían en Asia, siendo la India, por mucho, el país con la mayor proporción (218 millones). China tenía 25 millones. Los 35 millones restantes vivían en América del Sur (19 millones), América del Norte (13 millones), Oceanía (2,5 millones) y Europa (0,7 millones).
Dicho de otra manera, de los que viven en la pobreza extrema, más del 40% residía en sólo dos naciones: India y Nigeria.
Los más pobres de los pobres
Para la casta más pobre de la sociedad india, la tasa de pobreza disminuyó aún más rápidamente, en un 31%.
Desde sus reformas de liberalización económica en 1991, el ingreso promedio de la India ha aumentado en un 7,5% al año. Esto significa que el ingreso promedio se ha más que triplicado en el último cuarto de siglo. A medida que aumentaba la riqueza, la tasa de pobreza en la India se redujo en casi un 24%. Pero lo que es más importante, para los dalit, la casta más pobre y más baja de la sociedad india, la tasa de pobreza durante este período disminuyó aún más rápidamente, en un 31%. Esto significa que en la nación que tiene el mayor número de personas en extrema pobreza, son las personas que se encuentran en el fondo de los estratos sociales las que se enriquecen más rápidamente.
Una tendencia similar puede observarse en Nigeria. Desde el nuevo milenio, el ingreso interno bruto per cápita ha aumentado en más de 800%, de 270 a más de 2.450 dólares. Queda mucho trabajo por hacer, pero este nivel de progreso demuestra que incluso en los países más pobres, la velocidad del crecimiento económico es alentadora.
Para ayudar a los más pobres, considere el impacto que el capitalismo de libre mercado ha tenido en los últimos 200 años en el alivio de la pobreza extrema. La Revolución Industrial convirtió a los países occidentales, una vez empobrecidos, en sociedades abundantes. La nueva era de la globalización, que comenzó alrededor de 1980, vio al mundo en desarrollo entrar en la economía mundial y tuvo como resultado la mayor salida de la pobreza jamás registrada. Eso es algo que el difunto Padre Wresinski habría querido celebrar.