¿No hay gasolina sin "papeles de COVID"? Ya está ocurriendo en algunas partes del mundo

La normativa eslovena que prohíbe a las personas sin "certificados COVID" abastecerse de combustible demuestra que los gobiernos son cada vez más creativos en su coacción.

Hoy en día es difícil saber qué es cierto y qué es falso en Internet. Por eso, cuando me topé con una publicación en Twitter en la que se afirmaba que los conductores de automóviles  tenían prohibido echar gasolina sin un certificado COVID en Eslovenia, me mostré escéptico.

Todos los tuits que encontré eran capturas de pantalla de una única noticia publicada por TV N1 Zagreb, socio informativo de CNN. Los intentos de encontrar información sobre esta supuesta normativa en el sitio web del gobierno esloveno no dieron resultado (¡no leo esloveno!), pero pude encontrar otra historia publicada por otra organización de noticias eslovena.

Por desgracia, parece que la historia no es un engaño de Twitter. TV N1 Zagreb ofrece estos detalles.

"La mayoría de los proveedores de gasolina, incluida la empresa Petrol, con sede en Liubliana, que gestiona el mayor número de gasolineras del país, están aplicando rigurosamente las nuevas restricciones, adoptadas el sábado, activando los surtidores de combustible sólo después de que un conductor presente un certificado que demuestre que se ha recuperado del COVID-19, que se vacunó o que ha dado negativo", informa la cadena de noticias.

TV N1 Zagreb informa de que la nueva norma no afectará a los conductores que realicen viajes internacionales.

Sin papeles, no hay gasolina

Por muy triste que sea, has leído bien las líneas anteriores. Para echar gasolina, los conductores evidentemente deben de demostrar que "se han recuperado del COVID-19, se han vacunado o han dado negativo".

TV N1 informa de que las nuevas normas se aplicaron debido al aumento del número de casos. Al igual que muchos países de todo el mundo -y algunos estados de EE.UU.-, Eslovenia ha visto cómo el número de casos en otoño del 2021 supera al de 2020, a pesar de que la mayoría de su población está vacunada.

Y al igual que muchos otros países de todo el mundo, los políticos están recurriendo a tácticas indecorosas para coaccionar a las personas a tomar las acciones que ellos desean. En 2020, fueron los bloqueos. En 2021, son los mandatos de vacunación.

De hecho, en cierto modo el escepticismo sobre la veracidad de la historia era completamente injustificado. Al fin y al cabo, decirle a los ciudadanos que no pueden echar gasolina en sus carros, si no presentan sus papeles del COVID no es muy diferente a decirles que no pueden comer en un restaurante, hacer ejercicio en el gimnasio o incluso ir a trabajar si no siguen los pasos preferidos por el Estado.

De hecho, las medidas de Eslovenia -por muy autoritarias y desacertadas que sean- son en realidad menos draconianas al menos en un aspecto importante que las de Estados Unidos. El gobierno esloveno, de forma bastante racional, permite que las pruebas de una infección previa por COVID se consideren como una inmunización, a diferencia de lo que ocurre con muchas órdenes en Estados Unidos.

Por el bien de sus víctimas

Las acciones de Eslovenia pueden ser inusuales, aterradoras e inmorales, pero es importante entender que no son la excepción en el orden político actual; son la norma.

Si bien el Estado policial virtual de Australia ha recibido quizás la mayor atención, este tipo de tácticas siguen siendo adoptadas por otros países del mundo. El lunes, el New York Times informó de que Austria "inició un bloqueo selectivo contra las personas no vacunadas, confinando en sus casas a adultos y menores de 12 años o más".

Los gobiernos de todo el mundo, por primera vez en la historia moderna, están violando las libertades civiles de individuos perfectamente sanos para combatir un virus respiratorio. Que estas políticas se lleven a cabo por el supuesto bien de los que oprimen apenas importa.

“Muchos de los actos más monstruosos de la historia de la humanidad se han perpetrado en nombre de hacer el bien, en busca de algún objetivo ‘noble’'', observó en una ocasión el fundador de la Fundación para la Educación Económica (FEE), Leonard Read. "Ilustran la falacia de que el fin justifica los medios".

La carnicería del siglo XX -el siglo más sangriento de la historia de la humanidad- nos muestra lo que ocurre cuando los planificadores centrales intentan utilizar la coacción del Estado para promover un bien colectivo. La tiranía blanda del gobierno moderno, al igual que los horrores del socialismo moderno, nos recuerda una oscura cita de C.S. Lewis sobre la tiranía que más debería temer la humanidad.

"De todas las tiranías, una tiranía ejercida sinceramente por el bien de sus víctimas puede ser la más opresiva", observó Lewis en una ocasión. "Sería mejor vivir bajo monarcas ladrones que bajo omnipotentes entrometidos morales. La crueldad del monarca ladrón puede dormir a veces, su codicia puede ser saciada en algún momento; pero aquellos que nos atormentan por nuestro propio bien nos atormentarán sin fin porque lo hacen con la aprobación de su propia conciencia".