Lo que Tommy Boy nos enseña sobre el espíritu empresarial y el Estado regulador

La actitud de "salir adelante" que se ve en Tommy Boy es sólo uno de los ingredientes claves del éxito empresarial.

Las regulaciones buscan gestionar y controlar sistemas complejos de acuerdo con lo que los reguladores consideran un comportamiento adecuado y ahí está el problema. Los sistemas complejos son complejos y lo que es "apropiado" es subjetivo y tiende a depender de la situación.

Para los organismos reguladores que se encuentran en el exterior, los datos pueden ser engañosos y los algoritmos pueden ser malinterpretados y esto fue representado en un informe de políticas recientemente publicado por el Consumer Choice Center. Independientemente de si se trata de talco para bebés o de plaguicidas que protejan los cultivos, el informe explica cómo las prohibiciones generales y los enfoques de talla única pasan por alto la idiosincrasia presente en las industrias y las implicaciones a largo plazo de las restricciones impuestas.

Los sistemas estandarizados y las normas rígidas crean una cultura de conformidad en lugar de una que promueva el desarrollo y el asumir riesgos y esto va en detrimento tanto de los consumidores como de los productores. Exploremos el porqué de esto con referencia a un conocido niño problemático propenso a comportamientos inadecuados y situaciones peligrosas: Tommy Boy (y para quien no conozca este clásico de la comedia de 1995, se estrenó este mismo mes en Netflix).

Reglamentos en Acción

Descripción de la película: En Tommy Boy, el personaje homónimo es claramente un candidato menos que ideal para irse a lo que se convertirá en un viaje de ventas épico. Sin embargo, a pesar del recelo de algunos miembros de la junta directiva, a Tommy Callahan (interpretado por Chris Farley) se le concede la oportunidad de partir para salvar el negocio familiar. Se le une un colega, Richard (interpretado por David Spade), y los dos sirven de mecanismo de apoyo entre sí y para las travesuras que se producen. A medida que se desarrolla la película, queda claro que tanto Tommy como Richard harán lo que sea necesario, sin importar la adversidad a la que se enfrenten, para conseguir los contratos que necesitan para salvar Callahan Auto Parts.

La aplicación a la vida real: La experimentación y la diversificación son la mejor combinación para promover el progreso, según el economista Ludwig Von Mises, pero la actitud de salir adelante que se ve en Tommy Boy parece estar desapareciendo en Estados Unidos. Este cambio cultural fue uno de los principales temas de preocupación en un debate de Oxford (que ya tiene una década) en el que Peter Thiel expresó que se necesitan desesperadamente nuevas motivaciones para las innovaciones. Si avanzamos hasta el presente, la mentalidad de aversión al riesgo se ha convertido en algo generalizado, ya que el deseo de enfrentarse a los retos ha sido sustituido por el deseo de soluciones simplificadas ideadas por los de arriba. En lugar de recibir apoyo para aventurarse a avanzar, existe la inclinación a quedarse quieto para mantenerse a salvo.

Las regulaciones, en la práctica, restringen el aprendizaje

Descripción de la película: Farley y Spade se enfrentan a limitaciones de recursos, externalidades imprevistas y presiones competitivas, pero la prueba y el error les permiten avanzar por un camino que dista mucho de estar predeterminado. Al igual que faltaba una etiqueta de garantía en el producto que Tommy vendía, también faltaba una garantía de cómo se desarrollarían las cosas. Y aunque una etiqueta de advertencia habría sido más aplicable a las tácticas de Tommy, éste aprovechó lo que aprendió en el camino y se desafió a sí mismo a perseguir lo que podría ser en lugar de conformarse con lo que es. Maya Angelou dijo una vez: "Antes hacía lo que sabía hacer. Ahora que sé más, lo hago mejor", y esto fue cierto para Tommy.

Aplicación a la vida real: La Señorita Frizzle en Autobús Mágico probablemente habría estado orgullosa de Tommy y Richard, dado su lema "Arriésgate, comete errores, desordena", pero es difícil imaginar tal libertad y flexibilidad en el entorno laboral actual, dadas las medidas de evaluación y los puntos de referencia para las mejores prácticas. Incluso los lemas de Silicon Valley de "Fracasar avanzando" o "Fracasar mejor" parecen proclamarse más que aplicarse, y habría que advertirlo, dado que algunos de los gigantes tecnológicos actuales se doblegan a favor de la interferencia gubernamental. Las regulaciones específicas y los mecanismos de verificación crean cuellos de botella para los procesos de producción y barreras de entrada para los nuevos empresarios, ya que cualquier cosa nueva o diferente tendrá que recibir primero la aprobación. Aprender haciendo ha sido superado por hacer lo ordenado.

Las normativas reducen el papel de los individuos y el ingenio

Descripción de la película: Los protagonistas afrontan lo diario y a cada cliente de forma diferente; y son tanto proactivos como reactivos en función de las situaciones que encuentran. Spade es un conocedor de la empresa mientras que Farley intenta encarnar las técnicas de venta de su padre, pero el mensaje principal es que ambos se dejan llevar por el desenfreno y la falta de control sobre lo que hacen y cómo lo hacen. Al final (alerta), ganan no completando su viaje de ventas, sino derribando a un competidor de primera línea, algo que ni siquiera plantearon cuando emprendieron su aventura.

La aplicación a la vida real: Al igual que las actividades personales y las opciones de estilo de vida deberían ser determinadas por los individuos, también deberían serlo los tratos comerciales voluntarios de los productores y comerciantes que están más estrechamente relacionados con los asuntos en cuestión. Toda persona es capaz de razonar y autodirigirse según la visión filosófica y tradicional del derecho (según el modelo angloamericano), por lo que siempre debe presumirse la inocencia hasta que se demuestre la culpabilidad. Esta misma consideración debería concederse a empresarios y agentes de cambios organizacionales que deseen asumir riesgos calculados y desafiar el statu quo.

Se sabe que las expectativas y limitaciones externas restringen la libertad personal y retrasan la creatividad. Y una vez que se establece una forma de regulación, es probable que otras sigan su ejemplo.

Tomemos como ejemplo la lavadora. A pesar de los avances tecnológicos, las lavadoras son menos eficaces hoy en día y cuestan lo mismo debido en gran parte a la proliferación de regulaciones. Una campaña realizada en 2007 en YouTube por el Competitive Enterprise Institute le decía a los espectadores que "enviaran su ropa interior a la Subsecretaría", en desafío a las nuevas normas que reducirían el poder para la limpieza y aumentarían los costos.

Aunque mitigar el riesgo es importante, también lo es darse cuenta de que los riesgos pueden dar lugar a recompensas. Menos mal que los hermanos Wright no se quedaron en tierra por cuestiones de seguridad o medidas de control, ya que, de ser así, nunca habríamos tenido el don de volar.

Cuando se aplican regulaciones, la experimentación y la exploración quedan al margen, ya que los valores y las visiones de los reguladores suplantan a los de los creadores y también se producen oportunidades para la captura regulatoria (como se ve en la industria aérea actual).

De hecho, uno de los muchos problemas de la supervisión reguladora es que su aplicación es forzada. Una agencia debe encargarse de la supervisión, mientras que las empresas deben encargarse de informar y todo el sistema es culpable de enfocarse únicamente en buscar ganancias.

Cuando los incentivos y los intereses chocan, no se puede negar que los que tienen el poder lo ejercerán a su favor y según sus propias disposiciones, razón por la cual las grandes empresas tecnológicas tienen un gran interés en participar en el establecimiento de la agenda reguladora.

Así que, tal como en Tommy Boy, es bueno recordar que algunas regulaciones están para romperse (la legalización del cannabis), y que algunos consejos de expertos deben ser ignorados o cuestionados (como el hecho de que la grasa se lleve la culpa de un "problema de peso"), y que algunas regulaciones simplemente necesitan un reset o reinicio.

Estados Unidos se enamoró de Chris Farley por su genialidad como cómico y sus improvisaciones hilarantes, por lo que los empresarios deberían tomar nota, mientras que los reguladores deberían apartarse. Después de todo, si no se arriesga, no se gana.