[Publicado originalmente aquí].
La estadística es un método para la presentación de hechos históricos. No es economía y no puede producir teoremas y teorías económicas.
No existe la economía cuantitativa. Todas las cantidades económicas que conocemos son datos de la historia económica.
Los empresarios razonables son plenamente conscientes de la incertidumbre del futuro. Se dan cuenta de que los economistas no proporcionan ninguna información fiable sobre lo que está por venir y que todo lo que ofrecen es una interpretación de datos estadísticos referidos al pasado. Para los capitalistas y los empresarios, las opiniones de los economistas sobre el futuro solo cuentan como conjeturas cuestionables.
La pretenciosa solemnidad que muestran los estadísticos y las oficinas de estadística al calcular los índices de poder adquisitivo y el coste de la vida está fuera de lugar. Una ama de casa sensata sabe mucho más sobre los cambios de precios en lo que respecta a su propio hogar de lo que pueden decir los promedios estadísticos. No le sirven de mucho los cálculos que no tienen en cuenta los cambios tanto en la calidad como en la cantidad de bienes que se le permite comprar a los precios que entran en el cálculo. En la vida práctica, nadie se deja engañar por los números de los índices. Nadie está de acuerdo con la ficción de que deben considerarse como medidas.
