No importa cuántos trabajos destruya el salario mínimo, no importa cuántas veces lo desacredites, siempre vuelve para causar más estragos.
Alfabetización económica de una fuente inesperada
Hemos cubierto los temas en profundidad en FEE, y muy efectivamente, si lo puedo decir yo mismo. Pero debo admitir que uno de los mayores detractores del salario mínimo que encontrarás viene de un lugar poco probable: El New York Times.
Hay muchas razones por las que la gente y los políticos encuentran el salario mínimo atractivo, por supuesto. Pero el New York Times, en un editorial titulada "El salario mínimo debe ser de $0", hábilmente refuta cada una de estas razones por separado.
El reconocido medio apunta que el salario mínimo federal ha sido congelado por unos seis años, el New York Times admite que no es de extrañar que los sindicatos estén presionando a los políticos a aumentar el salario mínimo federal para elevar el nivel de vida de los trabajadores americanos más pobres.
"No es de extrañar. Pero sigue siendo un error", explica el New York Times. "Hay un consenso virtual entre los economistas de que el salario mínimo es una idea del pasado".
¿Pero por qué es una idea del "pasado" ? ¿Por qué el aumento del salario mínimo no ayudaría a los trabajadores más desprivilegiados?
"Aumentar el salario mínimo considerablemente pondría un precio a los trabajadores pobres y desempleados ", explican los editores.
¿Pero no aumentaría el salario mínimo el poder adquisitivo de los estadounidenses de bajos ingresos? ¿No permitiría el aumento significativo en el único sustento de una familia de tres personas para que estuviesen por encima de la línea de pobreza oficial de EE.UU.?
Idealmente, sí. Pero hay problemas ocultos, como señalan los editores:
Hay trampas... [Un salario mínimo más alto] aumentaría los incentivos de los empleadores para evadir la ley, expandiendo la economía informal. Y lo que es más importante, aumentaría el desempleo: Elevar el precio mínimo legal de la mano de obra por encima de la productividad de los trabajadores menos calificados llevará a que sean menos contratados.
Pero si eso es cierto, ¿por qué los progresistas apoyan esa ley? ¿Cuál es su razón tras el apoyo de un salario mínimo si hacen más daño que bien? ¿Es puro oportunismo político?
No necesariamente. El New York Times lo explica:
Un mínimo más alto sin duda elevaría el nivel de vida de la mayoría de los trabajadores con bajos salarios para mantener sus puestos de trabajo. Esa ganancia, se argumenta, justificaría el sacrificio de una minoría que pasó a tener menos probabilidades de ser empleadas.
Sólo hay un problema con este razonamiento, dicen los editores:
El argumento no es convincente. Los que corren mayor riesgo de un salario mínimo más alto serían los trabajadores jóvenes y pobres, que ya enfrentan grandes barreras para conseguir y mantener sus empleos. La idea de usar un salario mínimo para superar la pobreza es vieja, honorable - y fundamentalmente defectuosa. Es hora de dejar atrás este viejo debate, y encontrar una mejor manera de mejorar las vidas de las personas que trabajan muy duro por muy poco.
Los tiempos han cambiado
Es un argumento convincente, razonado y erudito. Pero no es exactamente lo que uno espera ver en el New York Times en estos días. (Una persona traviesa podría decir lo mismo sobre la razón y la erudición de el periódico en general.)
Entonces, ¿qué pasa? Desgraciadamente, la editorial es una reliquia. Fue escrita mucho, mucho tiempo atrás en 1987. Mucho ha cambiado desde entonces.
Hemos tenido un par de guerras. Se introdujo a las masas el Internet . Pasó lo de 9-11. Se eligió el primer presidente negro de los Estados Unidos. Los Cachorros y las Medias Rojas ganaron la Serie Mundial. Incluso hubo una versión femenina de los Cazafantasmas.
Sin embargo, algo cosa no cambió. Las leyes de la economía. Se mantienen tan firmes y verdaderas en 2018 como en 1987.
El consejo editorial del New York Times podría haber cambiado. La percepción del salario mínimo ciertamente cambió. Encuestas relativamente recientes muestran que siete de cada diez estadounidenses apoyan el aumento del salario mínimo federal. Varias ciudades -Seattle, Nueva York y Minneapolis, entre ellas- han aprobado leyes que elevaron (o pronto elevarán) el salario mínimo a 15 dólares por hora.
Sin embargo, las leyes económicas no cambian en función de la popularidad de las personas. Permanecen fieles y constantes, sean populares o no.
Así que pueda que las leyes sobre el salario mínimo se hayan hecho más populares, sin duda en parte gracias a las campañas que las promueven y a un sistema educativo que las simpatiza. Aún así, las leyes económicas no cambian en base a cuán populares las encuentren los seres humanos. Permanecen verdaderas y constantes, sean populares o no.
De hecho, algunos han observado que las leyes económicas son inherentemente impopulares.
"En la economía, la mayoría siempre se equivoca", dijo una vez John Kenneth Galbraith.
Ahora, cuando hay muchas quejas dirigidas a los medios corporativos en los últimos años, pero creo debemos darle crédito a quien se lo merece. Así que vamos a felicitar al New York Times.
El periódico tenía razón en 1987. Y si los políticos están realmente interesados en ayudar a los pobres, deberían de a clavar una estaca en el corazón del salario mínimo de una vez por todas.