El hombre que todavía pudiese liberar a México

Según la edición 2019 del Índice de Libertad Económica de la Fundación Heritage, la economía de México es la 66ª más libre del mundo, anémica pero aún por encima de los promedios regionales y mundiales. En el más reciente Informe sobre la Libertad Económica del Mundo del Instituto Fraser de Canadá, México tuvo un desempeño marginalmente más bajo, con el puesto 82º. 

Magnum Opus de Mises

Así que entre un tercio y la mitad de las economías del mundo son más libres que la de México. Si los líderes e intelectuales del país hubieran seguido el consejo de un distinguido visitante hace casi 80 años, México podría haber estado entre los cinco primeros hoy en día, junto con Suiza y Singapur. Algunos políticos mexicanos podrían incluso estar pidiendo un muro fronterizo para mantener fuera a todos aquellos que buscan trabajo en California.

¿Quién fue ese distinguido visitante que les dio tan buenos consejos a los mexicanos en enero y febrero de 1942? No era otro que Ludwig von Mises. Su obra magna, Acción Humana, debutó en el escenario mundial hace 70 años, esta misma semana de 1949 -siete años después de su primera visita a México-, pero para 1942, ya tenía más de dos prolíficas décadas detrás de él como un perspicaz pensador de renombre internacional. En mi opinión, Mises 

sigue siendo no sólo el economista destacado de la escuela austriaca, sino también una figura sobresaliente dentro de la propia ciencia de la economía. Es un trágico descuido que un Premio Nobel nunca se le haya otorgado mientras que el premio a menudo ha sido entregado a personas con menos conocimientos y menos impacto. Si el mundo hubiese apreciado cómo demolió el socialismo brillantemente y a fondo hace casi un siglo, se habrían podido evitar millones de muertes prematuras e increíbles miserias en las décadas posteriores. Cincuenta premios Nobels serían insuficientes para honrar adecuadamente a Mises, pero el mundo que conocemos no es justo.

Si todo va según lo previsto, Mises recibirá el documental que se merece cuando se estrene Mises La Película a finales de 2020. Al prepararme para una entrevista con los realizadores de la película la semana pasada, releí el libro de 1976, Mi vida con Ludwig von Mises, de la esposa del gran economista, Margit. Un breve capítulo titulado "Dos meses en México" captó mi atención de una manera que no lo hizo cuando lo leí por primera vez hace más de 40 años, probablemente debido a mis intereses más recientes en América Latina y a mi participación en la nueva y emocionante iniciativa, FEE en Español.

Cuando la embestida de Hitler envolvió a una nación tras otra en el verano de 1940, Ludwig y Margit von Mises partieron de Europa. Tenían muchas buenas razones para huir, dada la hostilidad de los nazis hacia la estatura mundial de Ludwig como defensor de ideas liberales clásicas, sus críticas fulminantes hacia socialismo y, por supuesto, su etnia judía. 

La historia de Montes de Oca

El invierno siguiente en Nueva York, la pareja se reunió con un caballero de la Ciudad de México a quien llegaron a mirar con inmenso afecto. Su nombre era Señor Luís Montes de Oca, un prominente funcionario bancario y ex Secretario del Tesoro (1927 a 1932) bajo tres presidentes de la República. Margit escribió sobre él con admiración.

Aunque era de baja estatura, era un gran hombre, y se comportaba como tal. Tenía un conocimiento global de política, economía y asuntos mundiales, hablaba cuatro idiomas con fluidez, era ampliamente leído y sabía todo lo que Lu había escrito. Inmediatamente nos invitó a Lu y a mí a venir a México para asistir a una serie de conferencias en la universidad, que él patrocinaría.

En su libro de 2016, Los Orígenes del Neoliberalismo en México: La Escuela Austríaca, María Eugenia Romero Sotelo cita a destacados mexicanos que conocieron personalmente a Montes de Oca como "un enemigo de las intervenciones oficiales para influir en la economía nacional" y "un hombre de extraordinaria cultura". Se opuso rotundamente a los déficits presupuestarios del gobierno, sabiendo que cargan a un país con gastos y deudas sospechosas. Defendió valientemente la libertad y el capitalismo y Mises fue su héroe por hacer lo mismo. Montes de Oca creía que, en sus propias palabras, "la consecuencia inevitable" de la planificación central intervencionista era "la creación de condiciones perturbadoras que no resuelven el problema que había que remediar, sino que plantean otros que complican y empeoran la situación".

Fue una época maravillosa, con Lu dando muchas conferencias universitarias y públicas.

Según la descripción de Margit, Montes de Oca fue el anfitrión perfecto. La vida en los EE.UU. durante el primer año después de que ella y Lu llegaron a Nueva York fue muy dura. El ánimo de Lu estaba decaído. No sólo había perdido gran parte de sus bienes personales, sino también su Austria. Las finanzas no estaban bien problemáticas. Después del alemán, su segunda lengua era el francés, no el inglés. Pero comenzando con una recepción en el aeropuerto de la Ciudad de México que "casi correspondía a la realeza", los casi dos meses que la pareja pasó en México marcaron un punto de inflexión. Fue una época maravillosa, con Lu dando muchas conferencias universitarias y públicas. Los Mises se mantenían ocupados  casi todos los días con conversaciones estimulantes, eventos culturales y excursiones a los lugares de interés. Margit reflexionó más tarde:

Siempre recordaré a Montes de Oca como uno de los mejores hombres que he conocido. Y siempre le estaré agradecido por su hospitalidad y su gran comprensión con la que hizo avanzar el trabajo de Lu en México y Sudamérica y, sin saberlo, lo ayudó a restablecer su confianza y optimismo después de nuestro intento de escapar de Europa.

Montes de Oca le prometió a Lu que sacaría  una edición en español del extraordinario libro de Lu de 1922, Socialismo. Casi un siglo después, ese libro sigue siendo hoy quizás el desafío más incisivo para los teóricos socialistas jamás escrito. Comenzó el gran debate de "cálculo" en el que Mises criticó rotundamente el socialismo como una carga económicamente irracional, una carga que aún no ha sido contestada en lo esencial. 

El legado de Montes de Oca

Desafortunadamente, Montes de Oca no vivió para ver la aparición de la primera edición en español del Socialismo en 1961. Después de un período de mala salud, murió en 1958. Merece ser recordado por su servicio a su país, por su amor a la libertad y por su relación sumamente generosa con el economista más grande del siglo XX y su esposa.

He dicho poco aquí sobre lo que Ludwig von Mises dijo a sus audiencias mexicanas en 1942. Como es de esperar para quienes conocen el pensamiento de Mises, habló elocuentemente sobre una amplia gama de temas: socialismo, capitalismo, dinero, desarrollo económico y más. Para más detalles, me remito a "Mises on Mexico" de Eduardo Turrent, publicado por FEE en marzo de 1999. Es un homenaje reflexivo al hombre y sus ideas por parte de un mexicano quien apreció profundamente a ambos.

Hoy 14 de septiembre de 2019 se cumple el 70º aniversario del volumen más notable de Ludwig von Mises, La Acción Humana. La ocasión probablemente será notada de diferentes maneras por las muchas personas e instituciones influenciadas por este notable genio. FEE, que Mises consideró casi su segundo hogar desde 1946 hasta su muerte en 1973, será uno de ellos. Asegúrese de visitar nuestro sitio web, FEE.org, el sábado.

Mientras tanto, sólo quería que nuestros lectores supieran -especialmente en México- que gracias a un hombre llamado Montes de Oca, hay historia y tradición misesiana en el país vecino del sur. Y nunca es demasiado tarde para que las nuevas generaciones de mexicanos se familiaricen con él. Esperamos que en los próximos meses y años, FEE en Español le ayude a lograrlo.

(El autor desea agradecer a los estudiantes de la Ciudad de México, Daniel Buenrostro y Edwin Arturo Portillo, por su ayuda con este artículo y por su buen trabajo a favor de la libertad, los mercados libres y la FEE en México.)

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