La novelista Alice Hoffman observó una vez que los libros "bien pueden ser la única magia verdadera".
Hoffman no es la única persona que reconoce el poder de la palabra escrita. C.S. Lewis observó que los libros nos revelan que no estamos solos, mientras que Frederick Douglass vio su poder liberador.
Llevo mucho tiempo observando que se puede aprender mucho sobre las personas mirando sus estanterías. Algunos dirán que esto se debe a que los libros son un reflejo de nosotros, y en parte es cierto; pero los libros también dan forma a lo que somos. Tienen el poder de llevarnos a la verdad o de ocultárnosla.
He aquí seis libros que pueden cambiar tu forma de ver el mundo y la realidad, en el buen sentido.
1. La rebelión de Atlas, de Ayn Rand (1957)
La rebelión de Atlas es uno de los libros más influyentes jamás escritos -ha vendido más de 10 millones de copias en todo el mundo- y por una buena razón.
La obra magna de Rand es una obra de arte visionaria que detalla la lucha del individuo contra las fuerzas colectivistas que buscan controlarlo y robarlo todo en nombre de un bien mayor. En parte misterio, en parte romance y en parte polémica, La rebelión de Atlas derriba la cortina que oculta a los magos que controlan la sociedad en nombre de la justicia.
Cuando leí por primera vez La rebelión de Atlas, me sorprendió la claridad con la que Rand "veía el futuro", hasta que me di cuenta de que había vivido el New Deal. Fue entonces cuando me di cuenta de que Rand no era una profeta, sino una autora astuta que había comprobado cómo funciona la maquinaria colectivista (y la estafa).
2. Meditaciones (161-180 d.C.), de Marco Aurelio
Un amigo me compró un ejemplar de Meditaciones cuando estaba en la universidad, y ha sido uno de los libros que ha permanecido cerca de mi cabecera a lo largo de los años. Escrito por uno de los pocos grandes emperadores de Roma -Marco Aurelio (121-180 d. C.)-, las Meditaciones son más una serie de reflexiones filosóficas que un libro organizado. Pero sus reflexiones son hermosas y poderosas, y es quizás la obra más grande de la filosofía estoica jamás escrita.
Meditaciones es una fuente de razón que te enseñará a controlar tu mente, y a través de ella tus hábitos y acciones. Escrito en una época en la que la mayor civilización de la Antigüedad se estaba derrumbando, es esencialmente una hoja de ruta para el autocontrol y la superación personal que te enseñará que el progreso individual aún es alcanzable en un mundo que se desmorona.
La vida es un regalo precioso, pero Aurelio comprendió que también está llena de desafíos: dolor, sufrimiento e injusticia. Pocos pueden prepararte mejor a ti y a tu mente para afrontar estos retos que las Meditaciones.
3. 1984 (1948) de George Orwell
Mil novecientos ochenta y cuatro es quizás el libro más aterrador de esta lista, en gran medida porque Orwell vio muy bien el futuro. Apodado "el libro definitivo del siglo XX", su obra maestra describe un futuro totalitario en el que las personas son constantemente vigiladas, manipuladas, mentidas y a veces torturadas. Aunque las tendencias totalitarias y las técnicas de vigilancia del Gran Hermano son una clara advertencia y siguen siendo muy relevantes hoy en día, la visión literaria más impresionante de Orwell fue cómo la filosofía posmoderna, combinada con el poder del Estado y la propaganda masiva, torturaría no sólo a las personas, sino a la propia verdad.
Después de leer *Mil novecientos ochenta y cuatro*, el terror psicológico más sutil de nuestro propio tiempo se vuelve más agudo, y el libro seguramente cambiará tu forma de ver el mundo actual.
4. Economía básica (2000), de Thomas Sowell
El bestseller Economía Básica de Thomas Sowell es posiblemente el mejor libro de introducción a la economía jamás escrito. Está repleto de historia que muestra el poder de los incentivos -buenos y malos- y el peligro de centrarse en la intención de las políticas públicas en lugar de sus resultados.
Sowell, a diferencia de la mayoría de los economistas profesionales, es un escritor y narrador de talento. Sus anécdotas históricas y su prosa punzante abrirán los ojos a los nuevos lectores que tratan de entender por qué existen tantos problemas en el mundo actual a pesar de nuestra prosperidad.
5. Un mundo feliz (1932), de Aldous Huxley
La aterradora obra de Aldous Huxley Un mundo feliz es uno de los pocos libros que, según algunos, es más profético que la obra maestra de Orwell. Imagínese un mundo en el que un pequeño grupo de planificadores centrales diseña una sociedad drogada y utiliza la educación como medio para condicionar a los alumnos con conciencia de clase para controlar a todo el mundo.
Ese es básicamente el escenario de Un mundo feliz. La distopía de Huxley es más seductora que la de Orwell, lo que la hace más real en cierto modo. El escritor inglés comprendió que la humanidad llegaría a amar las cadenas que llevaba, especialmente en presencia de la opulencia, el sexo y las drogas.
Huxley creía que los gobiernos del mundo se volverían lenta pero inexorablemente más totalitarios, y que lo único que podía impedirlo era un "movimiento popular a gran escala hacia la descentralización".
Después de leer Un mundo feliz, es probable que estés de acuerdo con él.
6. El camino de la servidumbre, de F.A. Hayek (1944)
El libro más popular e influyente del economista ganador del Premio Nobel F.A. Hayek, Camino de servidumbre, fue escrito y publicado durante el apogeo de la Segunda Guerra Mundial en respuesta al auge mundial del fascismo y el socialismo. Hayek vio que la mayoría de los gobiernos occidentales del mundo, incluido el de Estados Unidos, estaban "abandonando progresivamente esa libertad en los asuntos económicos sin la cual la libertad personal y política nunca ha existido en el pasado".
Una defensa honesta, meticulosa y sin disculpas del capitalismo del laissez faire y del liberalismo clásico, Hayek no se anduvo con rodeos, señalando que la "creciente veneración por el Estado, la admiración del poder y de la grandeza por la grandeza" apenas se diferenciaba en países como Inglaterra de la Alemania nazi.
Pocos libros ayudarán a los lectores a comprender mejor que el fascismo no fue realmente derrotado en 1945, sino que sigue vivo hoy en día en diversas encarnaciones.