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domingo, marzo 9, 2025 Read in English
Crédito de la imagen: Haeruman | Pixabay

Praxeología


[Publicado originalmente aquí].

1. El término praxeología fue utilizado por primera vez en 1890 por Espinas en «Les Origines de la technologie», Revue Philosophique, XV año, XXX, 114-15.

2. El término catalláctica o ciencia de los intercambios fue utilizado por primera vez por Whately. Véase su libro Introductory Lectures on Political Economy (Londres, 1831), p. 6.

Ya no es posible definir claramente los límites entre el tipo de acción que es el campo propio de la ciencia económica en sentido estricto y otras acciones.

El hombre que actúa siempre se preocupa tanto de las cosas «materiales» como de las «ideales». Elige entre alternativas. No importa si deben clasificarse como materiales o ideales.

La teoría general de la elección es mucho más que una mera teoría del «lado económico» de las actividades humanas y de la lucha del hombre por los bienes y la mejora de su bienestar material. Es la ciencia de todo tipo de acción humana. La elección determina todas las decisiones humanas.

De la economía política de la escuela clásica surge la teoría general de la acción humana, la praxeología.[1] Los problemas económicos o catallácticos[2] están integrados en una ciencia más general, y ya no pueden separarse de esta conexión. Ningún tratamiento de los problemas económicos propiamente dichos puede evitar partir de actos de elección; la economía se convierte en una parte, aunque la parte mejor elaborada hasta ahora, de una ciencia más universal, la praxeología.

La praxeología —y, en consecuencia, la economía también— es un sistema deductivo. Su fuerza se basa en el punto de partida de sus deducciones, en la categoría de acción. Ningún teorema económico puede considerarse sólido si no está firmemente anclado en este fundamento mediante una cadena irrefutable de razonamiento. Una afirmación proclamada sin tal conexión es arbitraria y flota en el aire. Es imposible tratar un segmento especial de la economía si no se enmarca en un sistema completo de acción.

Las ciencias empíricas parten de acontecimientos singulares y van de lo único e individual a lo más universal. Su tratamiento está sujeto a la especialización. Pueden tratar segmentos sin prestar atención a todo el campo. El economista nunca debe ser un especialista. Al tratar cualquier problema, siempre debe fijar su mirada en todo el sistema.

Al hablar de las leyes de la naturaleza, tenemos en mente el hecho de que prevalece una interrelación inexorable de los fenómenos físicos y biológicos y que el hombre que actúa debe someterse a esta regularidad si quiere tener éxito. Al hablar de las leyes de la acción humana, nos referimos al hecho de que esa interrelación inexorable de los fenómenos también está presente en el campo de la acción humana como tal y que el hombre que actúa también debe reconocer esta regularidad si quiere tener éxito.

En física nos enfrentamos a cambios que se producen en diversos fenómenos sensoriales. Descubrimos una regularidad en la secuencia de estos cambios y estas observaciones nos llevan a la construcción de una ciencia de la física.

En praxiología, el primer hecho que conocemos es que los hombres tienen la intención de provocar algunos cambios. Es este conocimiento el que integra la materia de la praxiología y la diferencia de la materia de las ciencias naturales. Conocemos las fuerzas que hay detrás de los cambios, y este conocimiento apriorístico nos lleva a una cognición del proceso praxeológico. El físico no sabe qué es la electricidad. Solo conoce los fenómenos atribuidos a algo llamado electricidad. Pero el economista sabe qué es lo que activa el proceso del mercado. Solo gracias a este conocimiento está en condiciones de distinguir los fenómenos del mercado de otros fenómenos y de describir el proceso del mercado.

La praxeología es una ciencia teórica y sistemática, no histórica. Sus afirmaciones y proposiciones no se derivan de la experiencia. Son, como las de la lógica y las matemáticas, a priori. No están sujetas a verificación o falsificación sobre la base de la experiencia y los hechos.

Las enseñanzas de la praxeología y la economía son válidas para toda acción humana, independientemente de sus motivos, causas y objetivos subyacentes. Los juicios de valor y los fines últimos de la acción humana se dan para cualquier tipo de investigación científica; no están abiertos a ningún análisis posterior. La praxeología se ocupa de las formas y medios elegidos para la consecución de tales fines últimos. Su objeto son los medios, no los fines. El único criterio que aplica es si los medios elegidos son adecuados o no para la consecución de los fines perseguidos.

Solo los locos se aventuran a ignorar las leyes físicas y biológicas. Pero es bastante común desdeñar las leyes praxeológicas. A los gobernantes no les gusta admitir que su poder está restringido por leyes distintas a las de la física y la biología. Nunca atribuyen sus fracasos y frustraciones a la violación de la ley económica.


  • Ludwig von Mises (1881-1973) taught in Vienna and New York and served as a close adviser to the Foundation for Economic Education. He is considered the leading theorist of the Austrian School of the 20th century.